Actualmente, el impacto ambiental negativo que se vive es muy alto y nos afecta todos por igual, como consecuencia la calidad de vida ha bajado considerablemente. Se han tratado de crear soluciones para reducir esta problemática, una de las más comunes y efectivas es el sembrado de árboles en los bosques para reducir el CO2. Pero ¿cómo sembrar árboles en la ciudad?
En Serbia se han instalado estos artefactos que a simple vista pueden ser confundidos con vallas publicitarias, pero no son más que “Árboles líquidos”, una tecnología que reemplaza los árboles en ambientes donde se dificulta su presencia.
Lo curioso de estos es que parecen sacados de una película futurista, pero en realidad representan una alternativa para la ecología urbana, ayudando a regular y limpiar el aire en ciudades, reduciendo el CO2.
Y entonces te preguntarás ¿Cómo funcionan? Cada uno contiene 600 litros de agua con microalgas que toman y procesan el CO? en el ambiente y lo convierten en oxígeno puro por fotosíntesis, estos tanques sustituyen un árbol adulto o 200 metros cuadrados de césped. Funcionan con energía solar y a diferencia de un árbol, estos biorreactores pueden instalarse de manera rápida y empezar a procesar el aire inmediatamente.
El fin de esta tecnología no es sustituir los árboles, más bien usarlos para llenar los espacios urbanos que por ser tan concurridos no hay el espacio para plantar o lugares donde simplemente no sobrevivirían por las altas contaminaciones, la ventaja es que estos árboles líquidos pueden ser fabricados en diversas formas siendo adaptables a los espacios donde van a ser instalados. Además, poseen un diseño ergonómico que incluyen asientos y enchufes para cargar celulares, dando un uso práctico y de descanso para los transeúntes.
Otra de las ventajas es el fácil mantenimiento, ya que solo se debe retirar la biomasa que crea el alga, que luego se puede usar como fertilizante, y para que las algas sigan creciendo indefinidamente se cambia el agua con minerales cada cierto tiempo, generalmente en un lapso de mes o mes y medio.
Si bien, es una idea que puede ayudar a minimizar la huella de carbono, no es una solución definitiva para todas las problemáticas que vivimos actualmente. Debemos ser conscientes y tomar otras medidas que contribuyan a cuidar el medio ambiente, al final es el planeta donde vivimos y nos afecta por igual.
En Serbia se han instalado estos artefactos que a simple vista pueden ser confundidos con vallas publicitarias, pero no son más que “Árboles líquidos”, una tecnología que reemplaza los árboles en ambientes donde se dificulta su presencia.
Lo curioso de estos es que parecen sacados de una película futurista, pero en realidad representan una alternativa para la ecología urbana, ayudando a regular y limpiar el aire en ciudades, reduciendo el CO2.
Y entonces te preguntarás ¿Cómo funcionan? Cada uno contiene 600 litros de agua con microalgas que toman y procesan el CO? en el ambiente y lo convierten en oxígeno puro por fotosíntesis, estos tanques sustituyen un árbol adulto o 200 metros cuadrados de césped. Funcionan con energía solar y a diferencia de un árbol, estos biorreactores pueden instalarse de manera rápida y empezar a procesar el aire inmediatamente.
El fin de esta tecnología no es sustituir los árboles, más bien usarlos para llenar los espacios urbanos que por ser tan concurridos no hay el espacio para plantar o lugares donde simplemente no sobrevivirían por las altas contaminaciones, la ventaja es que estos árboles líquidos pueden ser fabricados en diversas formas siendo adaptables a los espacios donde van a ser instalados. Además, poseen un diseño ergonómico que incluyen asientos y enchufes para cargar celulares, dando un uso práctico y de descanso para los transeúntes.
Otra de las ventajas es el fácil mantenimiento, ya que solo se debe retirar la biomasa que crea el alga, que luego se puede usar como fertilizante, y para que las algas sigan creciendo indefinidamente se cambia el agua con minerales cada cierto tiempo, generalmente en un lapso de mes o mes y medio.
Si bien, es una idea que puede ayudar a minimizar la huella de carbono, no es una solución definitiva para todas las problemáticas que vivimos actualmente. Debemos ser conscientes y tomar otras medidas que contribuyan a cuidar el medio ambiente, al final es el planeta donde vivimos y nos afecta por igual.